
Al ver sonreír a Rafael Van Der Vart , o Van the man, como ya le llaman en Londres, me resigno a abrir una vez mas el eterno debate que tengo en las tertulias ocasionales e imprevistas que se montan en los rincones mas inhóspitos de la ciudad ( metro, de camino a casa, tomando el aperitivo, en el descanso entre clase y clase...)
Quizás el ejemplo mas claro de lo que os voy a hablar no sea Rafael, talentoso jugador que esta gozando de una segunda juventud en los Spurs, pero si me hace pensar en tantos y tantos jugadores que llegan a clubes de primera fila, y por mantener un contrato muy jugoso rechazan y rechazan una tras otra, todas las ofertas que reciben para salir de un club, donde generalmente juegan poco o nada.
Siempre que a mis oídos llegaba el nombre de José Maria Gutiérrez, mi respuesta era la misma: “ En un Tottenham, un Olimpique de Lyon, Werder Bremen, Florentina, Nápoles, seria uno de los mejores del mundo en su puesto”
Pues bien, Guti lo hizo demasiado tarde, y a una liga menor. Pero el bueno de Rafael no se lo pensó dos veces. Contratos largos, contratos millonarios, es mas o menos que firmar una jubilación anticipada en el mundo del fútbol. ¿Si juego o no? Que mas da, a final de mes el resultado en mi cuenta es el mismo.
Se nota en su manera de jugar, en sus movimientos, en sus sonrisas. Libertad total para un Rafael, que es utilizado siempre por Harry Redknapp como mediapunta por detrás del único delantero, y además le ha dado la responsabilidad de lanzar algunos penaltis, y la mayoría de libres directos del conjunto de White Hart Lane.
Van der Vart responde con goles, con asistencias, y con entrega. Y es que. a veces bajarse un poquito el sueldo a beneficio de otras muchas cosas, no tiene precio.
Detalles del fútbol moderno…
Víctor Durán
Un incomprendido. Torturado en Madrid por Schuster y luego por Pellegrini, ahora en Londres está teniendo la suerte del ave Fénix.
ResponderEliminarExcelente artículo. Mis felicitaciones.